• 2024-12-14
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Cuatrocientos cincuenta y siete gatos

El rector se equivocó si pensó que su oposición en el Externado solo era de “cuatro gatos”. Las elecciones confirmaron que nos multiplicamos, que el inconformismo venció al miedo y que nos convertimos en 457 votos libres que no le caminaron al Dr. Henao.

Por: Juan Pablo Estrada.
Profesor de la Universidad Externado de Colombia.

No olvido ese día de junio del año pasado. El Dr. Henao irrumpió en la clase de posgrado que dictaba en Bucaramanga en un salón del antiguo Hotel Bucarica. Hablamos frente a frente de la oposición que estábamos ejerciendo desde EL RADICAL, así como de la situación de nuestro Externado. Me insistió con sus argumentos livianos en que todo estaba bien. Que estábamos “exagerando la nota”. Que eran “rabias personales” sin fundamento. Cuando se retiraba le dije con sinceridad que no se equivocara, que había mucho inconforme con su manejo de la Universidad.  Su respuesta, expresada con ironía y soberbia inocultables fue: “son cuatro gatos”, en clara alusión a los profesores -cinco en realidad- que, contra viento y marea, soportando el estigma de querer dividir la universidad, padeciendo infundios, calumnias, enemistades y persecución estábamos decididos a demostrar que el rumbo estaba extraviado.

El pasado 30 de septiembre, luego de veintidós años hubo elecciones. Tendrían que haber estado mejor organizadas y haber sido presenciales. Pero los asesores del quinto piso pensaron que era su mejor escenario. Salían con dos listas milimétricamente confeccionadas. Cinco puestos del consejo directivo eran su objetivo y sus cuentas alegres. “Iban a barrer” decían, y muchos pensamos que así podía ser. Los decanos estaban al frente del operativo. Pero los “cuatro gatos” se multiplicaron. El inconformismo venció al miedo y se volvieron 457 votos libres que no le caminaron al rector. El 67% del depurado censo electoral.

Juan Pablo Estrada, profesor de la Universidad Externado de Colombia.

Sí, a pesar de que ahora anden repitiendo que no tenían listas, que López Roca armó solito la suya; que Alejandro Beltrán se postuló por cuenta de alguna revelación; que Barbosa jamás habló con Bernal y que nada perdieron porque por nada iban, los hechos son tozudos: el oficialismo perdió. En la derrota se terminó de conocer a Juan Carlos Henao. Pantallero por excelencia esta vez se limitó a felicitaciones privadas y a activar su “free press” soportada en la pauta pagada de la Universidad para que en medios digan que no se va y no lo tumbaron, como si ese hubiera sido alguna vez el objetivo. Le faltó gallardía. Desperdició la oportunidad de llamar a la unidad y de recordar que el Externado es de todos: plural y democrático.

¡Ganó el talante Externadista! Ganaron Erik Tremolada, Diego Aponte y Marie Eve cuyo programa coincidía (y bastante) con nuestra visión de lo que debe ser el Externado. Y Jaime Duarte que tampoco estaba con Henao. Y ganaron también Alejandro Beltrán y López Roca, porque el Externado es de todos y cabemos todos. Para ellos mis felicitaciones, con la esperanza de que las nuevas mayorías recuperen el rumbo perdido y lleven a la rectoría a un Externadista de quilates, que por fortuna los hay. Que lideren el proceso de democratización y le den transparencia al manejo de las finanzas; que manden a la junta del Grupo Bolívar un representante que esté en capacidad de velar con solvencia por tamaña inversión. Que le den estabilidad a los docentes y trabajadores. Que logren que las decanaturas y departamentos dejen de ser feudos inexpugnables. Que actualicen el pensum. Que pongan filtro al ingreso a los posgrados. En fin, tantos pendientes del Dr. Henao.

Y aunque no tuvimos lista, ni candidatos, ganó EL RADICAL. Ni siquiera nuestros malquerientes pueden negar que fuimos la voz de muchos y por cuenta de nuestra oposición fundada nombraron decana, así no haya llenado las expectativas, y se convocaron estas elecciones. Henao quería que este consejo eligiera su sucesor. Esa es su gran derrota. Dicen por ahí que el primer paso no nos lleva a donde queremos llegar, pero sí nos saca de donde estábamos. Mi reconocimiento a Ramiro Bejarano, Néstor Osuna y Hernando Parra por su firmeza, determinación, compromiso y amor por el Externado. Especial saludo a Saúl Sotomonte, que por atreverse a hacer oposición desde el consejo tuvo que soportar los malos tratos y la grosería con la que Henao impone su autoridad. Seguiremos en la tarea. ¡Adelante Externado!

Posdata: Bienvenida la candidatura rectoral de la Dra. Emilsen González de Cancino. Entre sus tantas enseñanzas recuerdo la de que la de las siete colinas era la ciudad por antonomasia. Ella es nuestra maestra por antonomasia. Sin mácula. Humanista, académica y ponderada. Tiene todos los méritos y todas las cualidades. Lástima que quienes ahora la candidatizan pensando en ellos más que en la Universidad, hayan guardado silencio cómplice cuando se le negó su derecho a ser la primera decana de derecho. En todo caso, importante saber qué piensa de la actual administración y de sus más encopetados funcionarios, entre otros temas. El voto castigo fue para ellos también por su mala gestión.

2 opiniones en “Cuatrocientos cincuenta y siete gatos

  1. Que Juan Carlos Henao haya sido un buen o mal rector, es algo que no discuto, ni me interesa defenderlo, lo vergonzoso es que aquellos que hoy se las dan de radicales, jamás se le pararon al frente a Fernando Hinestrosa y le dijeron mirándolo a los ojos que era amo y señor de la universidad y que de democrática la universidad no tenía nada, no se movía una hoja y cualquier persona o profesor que tuviese una diferencia con el rector, no solo salía de la universidad sino entraba al ostracismo y donde estaban este grupo para levantar la voz

    Por el contrario alababan esa perdurabilidad y cada año le celebraban 1 año más de rectoría, fueron uno serviles y no tienen autoridad moral para criticar lo que no hicieron por casi 49 años

    Ustedes son una partida de serviles e hipócritas .

  2. Y aclaró que este grupo de profesores que pidió alternatividad, transformación, cambió y por ende democratización, tienen toda la razón.

    Pero eso no les borra su servilismo, su hipocresía y su falta de autoridad y legitimidad moral.

    Lo anterior sin ustedes quererlo, ha desnudado que el más importante valor del externado y que se les llena la boca reconociéndolo y evocando el pasado y en general a todos, fue una mentira para todos quienes nos graduamos de la universidad, porque2 o 3 emperadores o monarcas dirigieron a la universidad y nunca existió alternatividad ni oposición.

    El externado tiene que reconocer que nos mintió y engañó a todos.

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