Las palabras pronunciadas por redes sociales del Rector, Juan Carlos Henao, recordando los 134 años de fundada la Universidad, merecen los siguientes comentarios, especialmente en lo que tiene que ver con la ética y la democracia allí referidas: 1) Cómo se puede hablar de democracia si el período del Consejo Directivo es de dos años y bajo esta Rectoría han transcurrido ocho y no obstante haberlo solicitado desde un comienzo, no se ha diligenciado su renovación. 2) No es posible que se hable de democracia si para la elección del Rector en 2012 no se permitió a los varios candidatos dar a conocer sus propuestas. 3) Cómo se puede hablar de democracia si las mayorías en el Consejo Directivo se completan con el voto de Decanos Y Directores de Departamento, cuya dependencia del Rector no es la de simples docentes, sino de mejor remuneración y con algún poder en el orden académico. Lo que trajo como consecuencia tres decisiones muy delicadas:

3.1) Que se aprobara que el detalle de las cuentas de la Universidad no se le diera a conocer a sus miembros antes de la autorización de las mayorías controlantes del mismo. 3.2) Que sin haber hecho por el Consejo Directivo previo señalamiento de los temas sujetos a reserva, a sus miembros no se les entrega copia completa de las actas sin que las mismas mayorías lo autoricen. 3.3) Que no obstante que los Decanos y Directores de Departamento son ordenadores del gasto, con su voto se aprueban sus propias cuentas, invocando que no hay conflicto de intereses. 3.4) Sin apertura democrática alguna y con una mayoría completada con Decanos y Directores de Departamento miembros del Consejo Directivo, en sesión conducida por el mismo Rector, se procedió a su reelección. 4) Al Consejo Directivo no lo tienen en cuenta, para nada de lo fundamental como puede ser entre los varios temas el estatuto profesoral, la política de becas, la situación financiera de la institución, el manejo patrimonial, el estudio del Profesor Angulo Galvis sobre la Gobernanza de la Universidad, y en cambio; como si se estuviera cumpliendo con un acervo hereditario, se patrocinan manejos de hecho contrarios a la democracia, a la ética y al orden jurídico, lo que se convierte en un verdadero abuso de poder con sus consecuencias, como es el caso de La Secretaria General de la Universidad, la que además ejerce la Rectoría mediante poder general, cuestión contraria al derecho por cuanto que la representación legal de un ente jurídico no se ejerce por poder sino por designación del órgano correspondiente, por lo que sus actuaciones podrían estar viciadas de nulidad. Además interfiere o ejerce de hecho las funciones propias de la decanatura de Derecho. Se completa el control con su designación como miembro de la Junta Directiva de la Organización en donde la universidad tiene una alta participación. ¿Estas son la ética y la democracia a las que se refirió el Rector en su alocución? ¿Bajo esos mismos supuestos se van a desarrollar las elecciones anunciadas? Por favor no más falacias ni desinformación.