Juan Pablo Estrada Sánchez
Profesor Titular Universidad Externado
Jamás pretendimos quienes en algún momento hicimos causa común con el entonces profesor Hernando Parra para promover un cambio en nuestro Externado que se ahogaba en las malas prácticas, convertirnos en coadministradores. Mucho menos quien escribe estas líneas, que fue segundo en la consulta no vinculante y que no fue escogido por el Consejo Directivo para orientar los destinos de la Universidad. El Rector es Hernando Parra y punto. Tal vez, y lo digo con sinceridad, pensé que nuestro esfuerzo desinteresado de entonces tendría alguna valía para el compañero de lucha, que luego de servirse de El Radical para hacerse visible, decidió desmarcarse para mostrarse independiente ante sus electores a pesar de que jamás estuvo en desacuerdo con la línea editorial y a cuyo servicio estuvimos todos los radicales, pero no fue así.
Soy enemigo de las lisonjas y los conciliábulos. No opino cuando no me consultan y entendí hace rato que, si para el Rector mi mejor y único aporte al Externado es dictar mis clases, a eso me limito. No me la paso medrando en la rectoría, ni “sobando chaquetas”, pero sin duda creo que les fue mejor a los insultadores profesionales y a los que al amparo del anonimato lo calumniaron y zahirieron, que a quienes nos sumamos a su causa desde distintas órbitas. Hoy esos saca micas de siempre se saborean con las mieles del poder que ostentan, directamente o en cuerpo ajeno, mientras siguen pensando y diciendo lo mismo de quien se los dispensa. Por eso, como solo veo al rector en la página web de la Universidad , aprovecho esta tribuna para preguntarle ¿qué está pasando en el Externado?, porque, quién lo creyera, el ambiente está más crispado que cuando el Dr. Parra aceptó dirigir con ímpetu El Radical.
En tela de juicio está el cacareado plan de austeridad. Tengo lleno mi correo de mensajes que dan cuenta de las enormes contradicciones en este tema, unos anónimos – me sigue resultando inexplicable el temor a hablar de frente en el templo de las libertades- y otros con firma responsable. Dicen que mientras aprieta el Dr. Forero – de quien dicho sea de paso tengo una buena opinión -, desde otras dependencias se derrocha. También hay quienes sostienen que el Dr. Forero está manejando la chequera con marcados intereses políticos de sus causas en Figri. El tema merece ser aclarado, porque esos anuncios de que seremos el “Ara” de las universidades y de que hay planes con las acciones en Bolívar, dejan ver que la cosa no marcha bien.
Me llegó también el link de la Lavandería de Figri y vi la primera “carga de ropa sucia”. Dejando claro que eso del anonimato no es lo mío, me declaro aterrado. Con que la mitad de la mitad de lo denunciado en esa página sea verdad, se puede afirmar que el salto al pasado es una realidad. ¿Ahora son la esposa, el hijo de Roberto Hinestrosa y su novia los favorecidos? ¿Es cierto eso de que lentamente crean una inútil y costosa facultad paralela para pagar favores? Increíble. Que no vaya a ser que en Figri le aparezcan a Parra los “cuatro gatos” que menospreció Juan Carlos Henao y que lo terminaron sacando. Una fuente seria de esa facultad a quien le ofrecí esta tribuna, me dijo que no podía decir todo lo que sabía porque “los que tenemos solo el trabajo de la universidad no tenemos opción”, pero me confirmó casi todo lo dicho del anónimo portal.
A esta compleja situación en Figri se le suma el hecho de que, en Derecho, por querer tener contento a todo el mundo los tiene a todos molestos. Parece que los únicos felices son los miembros del Consejo Directivo, que son muy bien atendidos por la administración, al parecer pasando incluso por encima de los estatutos, y claro el nuevo círculo de poder que se pavonea mientras sus más cercanos familiares engrosan la nómina de la Universidad. Mi amigo Erik Tremolada, a quien ahora le dicen con humor “Mermelada” por razones que saltan a la vista, quedó en enviar una nota aclarando las denuncias de El Radical Pregunta acerca de su nuevo cargo y su correspondencia con las prohibiciones estatutarias. La seguimos esperando. Y los otros “independientes”, tipo Luis Ferney Moreno, siguen aprobando todo, incluida la confidencialidad como regla general en el seno de ese órgano de dirección ¡vivir para ver!.
Y mientras todo esto pasa, si es que está pasando, el estatuto profesoral, las decisiones para detener el desangre que producen algunos de los docentes investigadores de tiempo completo que ni publican ni dictan clase pero, como dice Shakira, facturan, la semestralización en derecho y tantos otros temas prioritarios siguen más varados que corcho en remolino. Ojalá el rector de hoy se acuerde de lo que lo motivó a ser por un tiempo un beligerante Radical y que no vaya a terminar, en medio de los aplausos permanentes de los aduladores, dándole la razón al refranero popular que sentenció que “al cura se le olvida que también fue sacristán”. De mi parte, echo de menos una detallada y cumplida rendición de cuentas de su gestión, que a estas alturas y con tanto ruido, resulta más que necesaria.