Veinte propuestas para renovar el Externado
Manifiesto de EL RADICAL para contribuir al engrandecimiento de la Universidad Externado de Colombia y sacar a la institución de su mala hora y racha actual.
Veinte propuestas para renovar el Externado
Manifiesto de EL RADICAL para contribuir al engrandecimiento de la Universidad Externado de Colombia y sacar a la institución de su mala hora y racha actual.
Quienes suscribimos este manifiesto tenemos la convicción de que la Universidad Externado de Colombia forma parte ya del patrimonio cultural de los colombianos como hito de seriedad académica, independencia, espíritu crítico, humanismo laico, civilidad, apertura intelectual y devoción por la libertad. No podemos permitir que ese faro de luz se deteriore o envilezca, precisamente en un momento en que la sociedad requiere, acaso más que nunca, de referentes como el nuestro.
El crecimiento de la institución, su composición heterogénea, su esencia como casa de pensamiento libre, unido a las necesidades de los tiempos presentes y a la profunda crisis causada por el Rector actual y su equipo de gobierno, nos mueven a proponer una reforma de la Universidad para protegerla de previsibles embates y fortalecer su estructura y su función social para los años venideros. El Externado debe liderar la construcción en Colombia de una cultura democrática abierta al debate y debe estar conectada con las demandas de la sociedad.
Sobre estas bases, EL RADICAL expresa que está dispuesto a respaldar a aquellos candidatos al consejo directivo o al próximo Rector, si están dispuestos a impulsar los cambios que con respeto y consideración aquí se proponen, u otros que tengan el mismo sano objetivo de contribuir al engrandecimiento del Externado de Colombia y a sacarlo de su mala hora actual.
A pesar de las diferencias y las dificultades que este proceso ha dejado en el camino de este largo enfrentamiento entre hermanos de una misma casa, EL RADICAL no distingue enemigos entre quienes piensan distinto, sino simples contradictores civilizados, y desde esta tribuna promueve el entendimiento sobre bases dignas, honorables y edificadas en el propósito colectivo de contribuir a que el Externado recobre su puesto de vanguardia en la sociedad colombiana.
EL RADICAL no cesará en su objetivo de ejercer las libertades de expresión y opinión, al mismo tiempo que tiende la mano reconciliadora a los externadistas todos para reencontrar juntos el camino que jamás debió haberse extraviado.
Reformas académicas
- Es imperioso revisar los planes de estudios de toda la oferta académica de la Universidad. Algunos programas de pregrado acusan obsolescencia y otros de posgrado no son de calidad aceptable. En esa revisión debe avanzarse hacia la comunicación entre facultades, pues hoy ellas más que entidades de una federación académica, son dependencias incomunicadas que prácticamente no tienen ningún proyecto en común. Esta revisión debe hacerse con participación de toda la comunidad académica y no, como se ha pretendido, entre unos pocos.
- El Externado debe abrir su espectro académico hacia nuevas áreas del conocimiento, en especial, hacia las ciencias naturales y las nuevas tecnologías, para dar así respuesta a los principales desafíos del siglo XXI. La Universidad tiene experiencia académica, reconocimiento profesional y recursos patrimoniales suficientes para emprender con solidez esa ampliación.
- Hay que hacer un esfuerzo muy notable para fortalecer la investigación en el Externado. Hasta ahora la Universidad ha sido principalmente profesionalizante y en ello ha sido exitosa: los egresados del Externado han gozado de reputación como buenos profesionales y la Universidad ha podido crecer, ganar prestigio y fortalecerse económicamente gracias a esa actividad. Pero lo que hace realmente vigorosa a una Universidad son sus procesos de creación de conocimientos y los resultados de investigación que ofrece a la sociedad. El Externado carece, en la actualidad, de una política institucional seria de fomento a la investigación. Proponemos la creación de un gran centro de investigación en las distintas áreas que cultiva la Universidad, concentrado en buscar y construir soluciones para los principales problemas de las sociedades en desarrollo, que la Universidad asuma como un proyecto prioritario, y con el compromiso de conformarlo, en un plazo de no más de quince años, en un centro de referencia mundial por su excelencia científica.
- La Universidad tiene que avanzar en el desarrollo de esquemas contemporáneos de educación y formación que permitan la doble titulación, el sistema de créditos académicos convalidables, la movilidad de estudiantes y la educación continuada. Los estudiantes de la Universidad deben poder cursar al mismo tiempo varios programas y todo debe estar plenamente dispuesto para facilitarlo. De igual modo, la Universidad debe comprometerse con sistemas internacionales de acreditación, de modo que los estándares mundialmente aceptados de verificación de la calidad de los centros universitarios pasen a integrar sus prácticas cotidianas.
- Consideramos necesaria una política transparente de concesión de becas de estudios y ayudas académicas, para conservar una de las fortalezas de la Universidad: la formación de los profesores a partir de sus mejores estudiantes. Es imperioso que sea sólo el mérito académico, y no influencias personales o de coyuntura, lo que determine ese apoyo. El actual sistema totalmente discrecional no permite a los mejores acceder a los estipendios, sino a los que las directivas de la Universidad determinen.
- Gracias a su carácter de Universidad privada, el Externado puede y por tanto debe mantener a toda costa su independencia moral y científica frente a cualquier poder político, económico o ideológico, y por tanto no se puede convertir en apéndice o vocera de ningún gobierno, ni tampoco en trinchera de la oposición.
Reformas en la proyección hacia la sociedad
- La Universidad tiene que recuperar su legitimidad ante la sociedad como referente de pensamiento crítico, espíritu científico, laicismo y compromiso con los derechos humanos.
- La Universidad debe ofrecer productos útiles de investigación frente a los principales problemas presentes y futuros de Colombia. En especial, en los años venideros la Universidad debe volcarse hacia la investigación en temas ambientales, así como en el fortalecimiento de la democracia, la construcción de igualdad y el afianzamiento de los acuerdos de paz entre los colombianos.
- El Externado debe tener una política seria y ambiciosa de responsabilidad social, con respeto íntegro de los derechos humanos en todos sus procesos de producción de conocimientos.
Reformas reglamentarias
- Los estudiantes son el núcleo de la Universidad y su razón de ser. Por tanto, no solo deben disponer de una formación de excelente calidad, sino que debe auspiciarse su participación activa en todos los procesos deliberativos y decisorios de la Universidad. El Externado debe garantizar y proteger y maximizar las libertades de sus estudiantes y las de su cuerpo docente.
- El Externado debe reformar sus reglamentos para favorecer la excelencia académica sin fomentar la deserción estudiantil. Cada estudiante que pierda su cupo en la Universidad por razones académicas debe asumirse como un fracaso de la institución.
- Es imperiosa la reforma del estatuto profesoral, para que todas las personas que quieran desarrollar un proyecto de vida académica sobresaliente tengan garantías de libertad de pensamiento y de cátedra, de estabilidad en el empleo, de transparencia y publicidad sobre las reglas del juego, de promoción y ascenso dentro de la institución y de remuneración suficiente. Debe erradicarse la política de dominación profesoral a través de los contratos renovables cada año. El nombramiento de decanos y directores de departamentos debe hacerse mediante concurso.
- Todas las personas que trabajan en la Universidad deben gozar de estabilidad laboral. La permanencia y el ascenso deben basarse en el mérito científico o en el excelente ejercicio de las funciones administrativas. No podemos permitirnos represalias laborales como el despido, la renovación (o no renovación) de contratos temporales o las políticas de aislamiento académico ante el disenso y la crítica. El personal que cumple funciones administrativas también debe gozar de mecanismos de participación en las decisiones de la Universidad.
- La asociación de exalumnos debe obrar con altruismo y desinterés, para propender por la integración de los graduados de la Universidad, por su bienestar y su reconocimiento profesional.
Reformas a la administración de la Universidad
- La Universidad está en mora de emprender un proceso de democratización e institucionalización de su administración y en la elección de sus directivos. Estos deben tener períodos de dirección claramente determinados. Al interior de las diferentes facultades debe imperar la democracia y el mérito para elegir a los directivos y toda la comunidad académica debe poder postularse a cargos de dirección.
- El Externado debe dar ejemplo de democracia y transparencia. Toda la comunidad universitaria debe tener claridad sobre las reglas y la forma como funciona y se administra la Universidad, y posibilidad de participación en la misma. Los mecanismos de participación que impliquen elecciones deben garantizar el secreto del voto. La Universidad debe propiciar canales que aseguren a los estudiantes y profesores la difusión de sus pensamientos, como también la discusión pluralista de todas las decisiones. El manejo de los recursos de la Universidad no debe despertar suspicacia alguna, así como tampoco los motivos de las decisiones sobre la dirección de las distintas facultades, el número de estudiantes y de profesores, sus calidades, las políticas de empleo y hasta el manejo de la infraestructura de las sedes. La opacidad siempre generará desconfianza y sospechas, que no se callan con erráticos golpes de autoridad. La transparencia debe incorporarse como norma de principio en toda la gestión de la Universidad. La opacidad es un disvalor para la Universidad, pues sugiere y propicia un ambiente oscuro de gestión.
- Proponemos que se reformen los estatutos de la Universidad para dar cabida en su dirección a la participación plural de estudiantes, exalumnos, trabajadores y profesores. En el consejo directivo de la Universidad debe haber presencia de todas las facultades (al menos una persona de cada facultad), su composición debe ser paritaria entre hombres y mujeres y se debe garantizar la representación de minorías.
- La Universidad debe incorporar dentro de su quehacer cotidiano las prácticas de rendición de cuentas comprobadas de la gestión administrativa y aún de la académica. Desde el consejo directivo y el rector hasta las unidades administrativas y académicas, todos los que gestionan procesos administrativos y académicos en la Universidad deben rendir periódicamente cuentas de su gestión y deben actuar con transparencia y pulcritud. El secretismo y la opacidad imperantes en este momento generan desconfianza y deslegitiman. Así mismo, debe fomentarse la administración descentralizada y responsable, que exima a la rectoría de la toma de decisiones de rutina e intendencia que resultan altamente ineficaces,
- Las dependencias administrativas de la Universidad deben estar al servicio de las labores académicas y no al contrario, como ocurre con frecuencia en la actualidad. Es necesario erradicar la falta de sentido académico y el espíritu burocrático que ha prevalecido últimamente en las decisiones universitarias. Los directivos no deben ejercer su función en beneficio personal.
- El cuantioso patrimonio económico acumulado de la Universidad debe estar al servicio de la enseñanza y de la investigación, y no estar al servicio del incremento de tal patrimonio. Es ajena a la función social de la Universidad la instrumentación de la autonomía universitaria como simple prerrogativa de tipo empresarial. La gestión de la Universidad debe tener en cuenta la obvia necesidad de supervivencia y estabilidad económica, pues de ello depende su independencia, pero dado que la finalidad de las Universidades no es la obtención de lucro, sino el progreso cultural y científico de la sociedad, no debe perderse de vista el vínculo entre autonomía universitaria y libertad académica.
Post tenebras spero lucem
Juan Pablo Estrada Sánchez Néstor Osuna Patiño
Jorge Fernando Perdomo Torres Hernando Parra Nieto
Saúl Sotomonte Sotomonte Ramiro Bejarano Guzmán
Bogotá, agosto de 2020