• 2024-12-23
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Consejo profesoral

Por: Ramiro Bejarano.
Profesor emérito de la Universidad Externado de Colombia.
Después de extenuantes asambleas, los profesores de las distintas facultades del Externado aprobaron el Reglamento de ese organismo. No se trató de una decisión menor, sino de muy alto contenido para la vigencia de la Universidad.
Ramiro Bejarano, profesor emérito de la Universidad Externado de Colombia.
El cuerpo de docentes, más que instancia burocrática, es punto de encuentro de discusiones y decisiones profesorales, que tiene por encargo, entre otros aspectos, elegir a sus voceros en el Consejo Directivo de la Universidad, el cual debe renovarse cuanto antes, para restaurar el actual donde están sentados los mismos miembros hace 23 años. Si bien son respetables las voces de quienes todavía ponderan al Consejo Directivo de hoy, éste ya no representa la población profesoral del Externado, y, en cambio, es indiscutible protagonista de las dificultades que se han suscitado en el presente año lectivo. Que después de tantos años los docentes del Externado hayan decidido voluntariamente realizar estas reuniones para adoptar su propio Reglamento,  confirma que la llama de la democratización se prendió para no apagarse. Por primera vez en la historia de la institución, sus maestros decidieron darle vida al cuerpo profesoral que, a pesar de estar consagrado en el artículo 14 de los estatutos de la Universidad, nunca antes se había integrado. Las asambleas profesorales no siempre fueron tranquilas, porque los docentes parecieron ubicarse en dos bandos. Uno, amigo de impulsar el reglamento profesoral de manera libre y autónoma; y el otro, notoriamente reacio a que este cuerpo se constituyera. No en vano las primeras deliberaciones estuvieron acosadas por la insistente propuesta de algunos docentes de verificar el quórum, consabida estrategia parlamentaria a la que sin embargo no sucumbieron estas asambleas, que finalmente pudieron decidir. Aunque en los varios encuentros de los profesores no hubo espacio ni oportunidad para debatir aspectos tan neurálgicos como la necesidad de democratizar la Universidad y de exigir cuentas a la actual administración -no obstante que uno que otro docente sí lo intentara-, este primer esfuerzo ha mostrado que el rumbo del Externado del futuro no se detendrá. Aunque las directivas no han expresado su frontal oposición a la tarea profesoral de reglamentar este organismo, tampoco la han apoyado categóricamente. Las señales recibidas durante todo el proceso que significó la convocatoria y realización de las asambleas de profesores, dejaron en evidencia que existe cierta resistencia de algunos docentes a la adopción de un reglamento.  Era natural que algunos consideraran legítimo dejar las cosas como están o no meter a la Universidad en ese “embeleco de la democratización”, como lo pretenden algunos docentes, definitivamente contrarios a los vientos pluralistas y renovadores que, por fortuna, empezaron a soplar en el campus del Externado. Hoy ya el Cuerpo de Profesores es un organismo vigente que cuenta con un Reglamento que fue aprobado en esas deliberaciones. Eso significa que las próximas elecciones de profesores al Consejo Directivo de la Universidad, van a tener que advertir la reglamentación adoptada por los mismos docentes, por primera vez en la historia de la Casa de Estudios. Por esa razón, desde estas páginas abogamos porque el Consejo Directivo termine con urgencia de diligenciar el reglamento que le fuera remitido para que “sea dictado”, que no para su aprobación, pues lo único que no puede sucederle al Externado es que su proceso de democratización iniciado con paso firme con la conformación del cuerpo profesoral se trunque por cuenta de un rigorismo burocrático.

One thought on “Consejo profesoral

  1. El Externado era un termómetro y foro permanente de la situación jurídico política del país. Hoy, no lo sé…

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