La austeridad selectiva del rector Henao
Informe especial de EL RADICAL revela los viajes al exterior del rector, su Secretaria General y varios de sus decanos.
Por decisión de la administración universitaria que ahora termina, tanto estudiantes como docentes del Externado hemos padecido una política de austeridad draconiana que ha asfixiado varias actividades académicas, culturales y hasta deportivas que la Universidad ha debido propiciar y estimular, si en verdad estaba interesada en la modernización, competitividad e internacionalización de la casa de estudios.
En ese contexto, una queja recurrente ha sido la de la avaricia ofensiva en la financiación de la participación de nuestros docentes en eventos académicos, ya sea dentro o fuera del país. Son frecuentes los casos en los que se sugiere que la presencia en tales congresos o jornadas es importante para la Universidad, pero que los gastos correspondientes deben ser asumidos por los docentes interesados como un gesto de solidaridad con la institución, y otros en los que esta casa de estudios ofrece una financiación precaria y parcial, como ocurrió en un ejemplo que se suele recordar, en el que el Externado sufragó la mitad de cuatro pasajes aéreos, sin gastos de alojamiento y manutención, para un evento al que habían sido invitados ocho profesores que intercambiarían conocimientos y criterios académicos con sus pares de varios países. También, ha llegado en varias ocasiones a EL RADICAL la queja de raseros distintos en la financiación de esos viajes, sin razones que pudieran explicar ese trato diferenciado.
Ante esa situación, este periódico adelantó una investigación entre noviembre de 2020 y febrero de 2021, sobre la financiación de viajes al exterior del rector Henao, la secretaria general, Marta Hinestrosa, y los decanos de las distintas facultades. El resultado de esa indagación fue sorprendente: la austeridad proclamada por el rector es selectiva, no se le aplica ni a él ni a sus colaboradores cercanos, y las restricciones, requisitos y obstáculos que suelen imponerse al resto del profesorado y el estudiantado de la Universidad cuando tienen programado un evento académico fuera del país no existen cuando se trata de los viajes del rector y sus cercanos, con el agravante de que algunos de esos eventos no siempre tienen relación con el objeto de la Universidad.
Los viajes del rector y sus gastos de representación
El doctor Juan Carlos Henao hizo 35 viajes internacionales financiados por la Universidad durante los ocho años de su rectoría (desde la irrupción de la pandemia en marzo de 2020 no se registra ningún viaje).
Las motivaciones de esos periplos tienen justificaciones tan variadas como la de impartir una conferencia en un congreso de derecho romano en Pekín (que se sepa, el rector no es especialista en derecho romano, ni Pekín es un foro romanista reconocido), o la de formar parte de la comitiva que acompañó al Presidente de la República a una visita oficial a Francia, así como acompañar a ese mismo mandatario, en otra ocasión, a la entrega del premio Nobel de Paz en Oslo (no se pone en duda la importancia del premio, pero ese glamoroso evento no pareciera una actividad relacionada con el objeto de la Universidad que debiera financiarse con sus recursos), o sus frecuentes visitas a París para reunirse con colegas que ya son viejos conocidos en Bogotá y con becarios de nuestra institución, en algunos casos para asistir a sus sustentaciones de tesis de doctorado, lo cual no suele ocurrir en Bogotá.
De todos esos viajes llama la atención lo siguiente: según se le informó a EL RADICAL, desde el año 2008 existen unas tarifas de gastos de viajes al exterior que comprenden, además de los tiquetes aéreos, las sumas correspondientes a transporte, alojamiento y manutención. En ellos no figura ningún rubro denominado “Gastos de representación”, algo que, por el contrario, sí se encuentra en prácticamente todos los 35 viajes del rector Henao, y que asciende a la suma de $387’261.524 (sí, más de trescientos ochenta millones de pesos). Eso se cuenta aparte de los gastos pasajes aéreos, alojamiento y manutención, que son rubros separados.
Nadie duda que en otros ámbitos, ya sean empresariales o de la administración pública, se suelen reconocer viáticos y gastos de representación con una generosidad para muchos tentadora, generosidad de la cual el rector de la “austeridad draconiana” se dejó contagiar gustoso, aunque ello le acarreara contrariar su propio discurso. Por lo demás, no resulta coherente esa cifra de gastos con una afirmación del propio doctor Henao en la respuesta a uno de los derechos de petición presentados por EL RADICAL, en la que afirmó que “el suscrito tiene la misma tarifa de gastos de viaje que la de los decanos y directores”.
Decanos amigos y no tan amigos
El segundo directivo más viajero del Externado es el doctor Alejandro Beltrán, decano de la Facultad de Administración de Empresas y fiel aliado del rector en el consejo directivo de la Universidad de tiempo atrás, pues su esposa es antigua funcionaria del Externado desde la rectoría del doctor Fernando Hinestrosa.
En 20 ocasiones la Universidad le financió viajes fuera del país durante el mismo lapso. El espectro de tales viajes también es amplio, pues abarca desde la asistencia a un “curso para docentes de América Latina” ofrecido por el “Instituto Europeo di Design” (una red de escuelas de diseño, principalmente de modas, con sede principal en Milán y sucursales en España y Brasil), numerosas reuniones de decanos en distintas ciudades del mundo y hasta la asistencia a una conferencia de tres días en Nashville (Estados Unidos), en la cual, además de los gastos de viaje, la Universidad le financió la inscripción al cursillo, por valor de $ 4’740.048. En total, para seguir con ese ejemplo, por ese viaje a un evento de tres días el Externado le sufragó al decano Beltrán gastos por $11’560.392.
La decana de la Facultad de Comunicación Social, doctora Amalia Camacho, también ha sido viajera consentida por la Universidad, con 13 viajes al exterior financiados por la institución.
Esa profusión de viajes y generosidad en la formación de unos decanos contrasta con algunas figuras ausentes en la información suministrada a EL RADICAL: al doctor Mauricio Pérez, profesor reconocido y sobresaliente, quien durante muchos años fuera decano de la Facultad de Economía, nunca se le financió un solo peso por viajes al exterior. Tampoco se les financiaron viajes a las dos sucesivas decanas de la Facultad de Ciencias de la Educación, doctoras Miryam Ochoa y Cecilia Dimaté.
El “Foro Ejecutivo Ellucian” en la Florida
Un episodio singular llama en especial la atención, entre la información a la que ha tenido acceso EL RADICAL. Se trata de un viaje que hicieron juntos el rector Henao y la secretaria general a Orlando, Estados Unidos, entre el 17 y el 19 de marzo de 2017, a una reunión llamada “Foro Ejecutivo Ellucian”. Ellucian es una empresa que provee programas de software a instituciones de educación superior. Su logo puede verse en algunas de las pestañas de la página web del Externado.
Que se sepa, ni el rector ni la secretaria general son expertos en informática, ni están en condiciones de aportar mayor cosa a una reunión de una empresa dedicada a esas actividades. Pero al parecer, unos días en la Florida bien pueden excusar esas carencias. Lo primero que resulta visible en las cuentas de este viaje es que siendo las mismas las ciudades de origen y de destino, los pasajes de avión tuvieron tarifas tremendamente distintas. Por el del doctor Henao la Universidad pagó $7’353.940, mientras que por el de la doctora Hinestrosa canceló mucho menos: $1’935.517. ¿El rector de la austeridad selectiva viaja en clase ejecutiva y manda a su poderosa secretaria en silla económica?
Pero esa diferencia tiende a equilibrarse si se miran los gastos de transporte terrestre. Por esa estancia de tres días en la Florida, la secretaria Hinestrosa le pasó al Externado, con miras a la justificación de su financiación, facturas que ascendían a $1’591.567, correspondientes a alquiler de carros y servicios de transporte privado (taxis, Uber y similares). Además, según información a la que ha tenido acceso EL RADICAL, la secretaria general le remitió a la Universidad, como justificación de gastos en ese viaje, bajo el rubro “otros gastos”, varias facturas del 20 de marzo de 2017 (el viaje era del 17 al 19 de marzo), una en una “Trattoria Romana”, por $910.139, otra, en “Flening´s” por $317.920 y otra más, de la misma fecha, en “Neiman Marcus”, por $492.143. Vale aclarar que, por ejemplo, Neiman Marcus es una lujosa tienda por departamentos especializada en moda, con sucursales en numerosas ciudades de los Estados Unidos. En su reporte de los gastos de ese viaje también aparecen pagos en Walmart, Costco y algunos restaurantes, además de gastos en el Hotel Hilton de Orlando.
Ante esta aparente anomalía por esos gastos, EL RADICAL le preguntó de modo explícito a la doctora Hinestrosa, mediante otro derecho de petición, que aclarara si ella efectivamente había solicitado el reembolso de esos gastos. En su respuesta afirmó lo siguiente: “en relación con la aclaración que usted pide, esto es, si con ocasión de ese viaje solicité reembolsos por los pagos hechos en Walmart Neighborhood Market ($415.544), Neiman Marcus Restaurants ($492.143), Trattoria Romana ($919.139), Costco Wholesale ($71.812) y Areas USA MCO LLC ($68.849), debo manifestarle que los consumos y los montos se circunscriben estrictamente a gastos de viaje (manutención)”.
En esa respuesta, la secretaria general también aclara que, dado que la tarifa vigente para gastos de viaje a los Estados Unidos es de USD400 diarios, ella recibió USD1.200 por ese concepto. Aunque el documento de justificación de gastos que luego le presentó a la Universidad por ese viaje excede notablemente de ese monto, manifestó que ella nunca reclamó ninguna suma adicional a la inicialmente recibida. La respuesta de la secretaria general no se refirió al hecho de que varios de esos gastos aparecen con fecha posterior al del vencimiento del viaje.
Ahora bien, más allá del monto exacto de los reembolsos recibidos por la doctora Hinestrosa, del traslapo entre gastos de alquiler de carros y de taxis, de su apetito –que al parecer se desborda en esas ocasiones, sobre todo habida cuenta de que, como bien lo saben todos los profesores del Externado, la Universidad no sufraga el consumo de vino ni de ninguna bebida alcohólica –¿o esa regla también es selectiva?–, de las compras en supermercados y una última comida en una tienda de modas, lo cierto es que este viaje es la antítesis del plan de austeridad predicado mas no practicado por el rector y su equipo.
¿Se justificaba la asistencia de dos altos funcionarios de la Universidad, ninguno de los cuales es experto en computación ni informática, a un evento de tipo empresarial -no académico- organizado por una empresa que suministra servicios informáticos para universidades? ¿Es normal que se legalice una comida por más de $900.000 y que se reembolsen los gastos de alquiler de automóviles?
Todo eso suena a derroche indolente, a gastos innecesarios y exagerados, a desmanes que no se compadecen con la genuina moderación republicana que es propia de los centros de estudio, ni mucho menos con esa austeridad draconiana establecida por el rector Henao, que como queda a la vista, era enteramente selectiva y discriminatoria.
Por fortuna soplan vientos nuevos en el Externado.
Respaldo documental
La información contenida en este escrito está respaldada por datos provenientes de la Universidad, que se anexan en su integridad a este escrito, organizados así:
El archivo 1 corresponde al primer derecho de petición, en el que se solicitó la información sobre los viajes al exterior de las autoridades de la Universidad.
El archivo 2 es la respuesta del rector Henao a esa primera solicitud, en la cual se negó a suministrar la información sobre los gastos de viajes, con la peregrina tesis de que se trataba de datos personales amparados por el derecho a la intimidad.
A esa respuesta corresponden dos anexos, rubricados aquí como archivo 3 y archivo 4, que contienen, respectivamente, la lista de viajes del rector, la secretaria general y los decanos, sin información sobre los gastos, y una copia de una hojita del año 2008, en la que se fijan las tarifas para gastos de viajes al exterior.
El archivo 5 contiene el escrito de reposición a la primera respuesta dada por el rector, y en el mismo se solicita nueva información relacionada con viajes anteriores. En ese escrito se prueba que no es cierto que se estuviera solicitando información reservada.
El archivo 6 contiene la respuesta parcial a esa segunda petición. En esa respuesta el rector rectifica su criterio inicial y suministra los gastos de viaje sufragados por la Universidad en cada ocasión, en un anexo que aquí se inserta como archivo 7.
Luego de eso remitió en dos ocasiones información complementaria, mediante el archivos 8 y archivo 9.
En el archivo 10 se puede leer la solicitud de EL RADICAL a la secretaria general sobre los gastos de su viaje de 2017 a la Florida, y en el archivo 11 su respuesta.
Finalmente, en el archivo 12 se anexa el “reporte de gastos de viaje” de la secretaria general, al que tuvo acceso EL RADICAL gracias a una buena fuente.
Quien pueda leerlos, así sea por simple curiosidad, encontrará aún más detalles a los que se mencionan en este informe.
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Considero importante una pequeña precisión. La afirmación “ni Pekín es un foro romanista reconocido” es incorrecta. Como es de público conocimiento, este año entró en vigencia el Código Civil de la RPC con una fuerte influencia de la tradición romanista. En el largo proceso de elaboración de ese código estuvieron muy involucrados eminentes romanistas de diferentes países. Igualmente muchos de los grandes juristas chinos de la actualidad tienen una fuerte formación en derecho Romano lo cual ha convertido a China en un gran polo de la tradición romanista.
Es curioso que algo tan básico en materia legal y regulatoria como el Conflicto de Interés, sea tan abrumadoramente despreciado en una Universidad que se jacta de su tradición en el área del derecho o de los asuntos internacionales contemporáneos. Que las directivas vayan a un encuentro de “negocios” con un potencial proveedor deja la duda si éste último pagó algún viático o reconocimiento a las primeras, so pretexto de asistir al foro ejecutivo. El gobierno corporativo del Externado es muy corto frente a los supuestos estándares internacionales que la Universidad y sus directivas dicen igualar.