- ¿Qué espera hacer en el Consejo Directivo?
María Gabriela Montoya: Llegar al final del periodo cumpliendo al menos una cosa en específico, que es conformar en la Universidad un protocolo que tenga en cuenta la salud mental de los estudiantes, profesores y administrativos con el fin de que haya un mejor clima en el Externado frente a las diferentes situaciones y contingencias que pueden afectar a la comunidad y así reducir ese sentimiento colectivo de que la institución es un exterminio.
Cristian Serna: Mejorar el ambiente académico de la Universidad, es decir, que los graduados sean cada vez mejores. Es clave no solo mejorar el bienestar de la comunidad, sino también es importante hacer esfuerzos para crecer en resultados académicos. Los estudiantes deben formarse como externadistas, con un pensamiento liberal y además contar todos los conocimientos posibles, no solo en su área sino a nivel interdisciplinario, para que sean cada día mejores, más competitivos. Sumado a lo anterior, mi deseo también es contagiarlos de un férreo sentido de pertenencia hacía la institución.
Felipe Castrillón: Me presenté a las elecciones con un programa que se divide en cuatro ejes: uno, pensar en la educación como un derecho; dos, un compromiso con la democracia universitaria; tres, un compromiso con la excelencia académica; y cuatro, bienestar universitario.
María Camila Ricaurte: Interrogar, proponer, deliberar, discutir y cuando sea necesario puyar y exigir el avance y bienestar de la Universidad en beneficio de toda su comunidad, siempre velando por su buen funcionamiento.
- ¿Cómo fue su campaña para llegar a ser miembro del Consejo Directivo, quién lo apoyó, quien lo financió?
María Camila Ricaurte: Nos unimos cuatro personas: dos de Derecho; una de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales; y otra de Comunicación para tener diferentes miradas de la institución e inclusión de sus Facultades. Invertimos $20.000 en la campaña, cada uno aportó $5.000, en una publicación que pagamos en Facebook. Nos llamamos “Lazo Externadista” y a partir de ese momento hemos creado una gran unión. No desconocemos que tuvimos apoyo de nuestros Decanos. En mi caso, en la Facultad de Comunicación, hay un medio que se llama “Conexión Externado” en el que me ayudaron con un par de piezas. Aclaro, soy amiga de la Decana y de hecho fui representante del Consejo Directivo de mi Facultad durante aproximadamente un año y medio. Sin embargo quiero reiterar que, aun sin el apoyo de ésta, incluso si tuviera diferencias con ella o malos entendidos, también me hubiera lanzado a esta campaña. Nunca he visto que a algún estudiante se le niegue un tipo de apoyo por más diferencias que tenga con las directivas. Para concluir, logré para ser electa un total de 740 votos, de los cuales calculo que directos de mí Facultad no fueron más de 300.
María Gabriela Montoya: Durante la campaña en ningún momento hablé con mi Decano porque no lo consideré necesario. De hecho, fui desde primero hasta quinto semestre representante de mi cátedra; de quinto a octavo fui representante ante el Consejo Directivo de la Facultad. Aclaro, no pedí apoyo alguno en FIGRI, mucho menos algún tipo de lobby o recursos.
Cristian Segura: En ningún momento me reuní con algún directivo, desde que entré a la Universidad siempre he tenido una formación de pensamiento integral, adicional a mi carrera de Derecho, en el que me han interesado las ciencias sociales. Desde el inició he querido formarme como investigador, de hecho en segundo año ingresé al Instituto de Estudios Interdisciplinares y desde ahí he desarrollado todas mis expectativas y criterios. Hablando con la gente, con los representantes anteriores y conociendo la historia de la representación en el Externado fui forjando mi campaña. La cercanía con la gente, principalmente con los estudiantes, fue mi principal recurso y de ellos obtuve su voto de confianza.
Felipe Castrillón: Hice parte de una candidatura que se llamó “Ser Externado” que buscaba diferenciar lo que significa ser Externado y lo que no, una apuesta por volver a los valores fundacionales. Ser Externado es democracia universitaria, es libre pensamiento, acciones que en la práctica deben realizarse y notarse más. Desde la Organización Colombiana de Estudiantes intentamos para la campaña articular una plancha de al menos cuatro candidatos de diferentes Facultades, que terminó siendo dos de Derecho y una de FIGRI. Obtuve 683 votos. Nos financiamos con aportes propios y vendiendo galletas y boletas para diferentes actividades. Hice una campaña en la que pasaba por los salones llevando un plotter, entregando hojas con nuestras propuestas y facilitando volantes. Gasté algo así como $500 mil que se pagaron con aportes personales y como dije anteriormente, con la venta de galletas y boletas.
- ¿Creen que el Externado sigue siendo una Universidad libre y pluralista? ¿Esos postulados aún se cumplen?
María Gabriela Montoya: Si bien existe una estructura y una burocracia, es necesario que este tema se analice desde diferentes puntos de vista. Puedo decir no, simplemente porque no me dejan entrar con mi perro a clase; u otra persona puede ser sí, porque hay baños mixtos, lo cual denota una acción inclusiva que, incluso, otras universidades están tomando de ejemplo como la Universidad de los Andes. En conclusión, si percibo que hay garantías de libertad en la institución, personalmente desde que he tenido alguna iniciativa, por más pequeña o grande que sea, nunca he recibido una censura por parte de la administración. He organizado foros de temas sensibles como acoso sexual a los y las estudiantes o falta de recursos de los alumnos del programa Ser Pilo Paga, y jamás sentí algún tipo de censura.
Cristian Serna: Existen dos perspectivas. Una cosa es la fuente, que es como yo o cada persona percibe su libertad dentro del Externado y otra los medios. Al hablar de fuente, considero que la libertad nunca ha sido limitada, ejemplo de esto es nuestra representación como estudiantes ante el Consejo Directivo de la institución o que exista un periódico virtual de oposición clara al Rector como El Radical. Sin embargo, siento que los medios de pronunciamiento de la comunidad no son los más efectivos y definitivamente hay que trabajar por eso, precisamente es una de nuestras principales tareas. Pero esto no significa que se estén afectando de alguna manera las libertades.
Felipe Castrillón: El Externado tiene cosas muy valiosas como la revista de economía más reconocida del país, cuenta con la única Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural acorde a su sentimiento patrio y además graduó a la primera mujer abogada de Colombia. Pero también prevalecen cosas que no son Externado, como el exceso en los periodos de representación de los estudiantes y profesores que llevan más de 20 años excedidos en su periodo; tampoco es ser Externado que haya existido una reelección no democrática del Rector el año pasado o que las políticas del Gobierno Nacional repercutan en la Universidad y eso explique que más de la mitad de los estudiantes estén endeudados con el Icetex o con alguna entidad financiera. En este tema de libertades se puede hacer aún mucho para que el Externado cumpla con sus valores fundacionales, aunque se conservan varias cosas importantes como su excelencia académica. Por último, este tipo de discusiones se deben dar internamente y no en los medios de comunicación.
María Camila Ricaurte: Hay grupos de minorías a los que el Externado les ha dado un reconocimiento, pero sin duda es importante ampliar los espacios del debate público para estos estudiantes y así darles una mayor participación. Si bien hay pluralismo, hay que trabajar para la ampliación de una mayor discusión de los temas que a ellos comprometen y les interesa.
- ¿Cómo se refleja la participación de esas minorías en las decisiones de la Universidad?
María Camila Ricaurte: Precisamente porque el debate público no es tan amplio, esas decisiones de la institución respecto a las minorías no son tan fuertes como uno quisiera, lo cual no quiere decir que no existan. En torno al periodo de Decanos, solo para dar un ejemplo, es claro que éste debe tener límites para que otros profesores, representados incluso por esas mismas minorías, puedan llegar a estos cargos. A eso le estamos apuntando nosotros como representantes. Reitero, si hay democracia pero es necesario ampliar el debate público sobre estos temas y para que las minorías tengan mayor representación y participación. Me refiero como minorías a negritudes, comunidad LGTBI e indígenas que no han tenido los suficientes espacios de discusión y deliberación.
- ¿Cómo Representantes de los Estudiantes ante el Consejo Directivo qué van a proponer para garantizar la participación democrática y representación de las minorías en la Universidad?
María Camila Ricaurte: El reglamento de profesores es a lo que más le estamos apuntando. Nos sentamos en la mesa con el Rector y le comentamos la importancia de convocar a elecciones de profesores, si bien en mayo él dijo que sería muy pronto porque todo el reglamento no está votado en la mesa directiva y hay que dar garantías para que los que quieran hacer una campaña la puedan desarrollar con tiempo, por lo menos con un mes como mínimo. Lo primero que nos comprometemos a hacer en la mesa directiva es a votar por este reglamento y que se convoquen para agosto las elecciones, que fue el compromiso que asumió el Doctor Henao.
Cristian Serna: Nos hemos estado nutriendo de varias informaciones a través de distintas reuniones con Decanos, estudiantes, diferentes comunidades y también con las minorías, entre otros. Esto ha permitido ampliar el panorama que nos marcará el rumbo a seguir. En este momento estamos apagando incendios de temas coyunturales, como el reglamento de profesores, y resolviendo cosas inmediatas que son necesarias. Luego, comenzaremos a plantear algunos proyectos de tipo académico, social y de otras áreas que iremos trabajando y explorando. También tenemos que reforzar la institucionalidad a través del reglamento estudiantil, precisamente ya estamos trabajando con el Consejo Estudiantil Universitario que es algo que tampoco se le ha dado importancia.
Felipe Castrillón: Estamos actuando como un equipo, en ese sentido las propuestas de ellos son mis propuestas. Creemos que toda reforma curricular, estatutaria, de nombramientos entre los directivos, tiene que ser aprobada a través de mecanismos democráticos. En el caso particular de la reforma de los estatus, pensamos que debe hacerse con amplio conocimiento de la comunidad universitaria.
- ¿Actualmente tienen alguna militancia política?
María Gabriela Montoya: No. Hay dos decisiones que son las más importantes para tener en cuenta en este sentido. Si se va a casar, sepa antes con quien lo hará; y si va a militar en algún partido político, analice primero en cuál será. En este momento de la vida no me convence ningún partido político. Para destacar de este grupo de compañeros, es que no todos pertenecen a la Facultad de Derecho y además que logramos que sean dos mujeres las titulares ante el Consejo Directivo, lo cual ratifica un cambio generacional que está despertando esa inquietud por parte de la comunidad, que responde a ese activismo político como tiene que ser. La idea acá no es que se cumpla una ley de cuotas de mujeres o de minorías, sino que sea un interés legítimo por la política.
María Camila Ricaurte: No tengo ningún tipo de militancia política. También quiero resaltar que nunca habíamos tenido una representante en la mesa directiva de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo, lo que también valida el cambio que quieren los estudiantes, porque además muchas personas de ciencias sociales le apuntaban a que existiera otra Facultad que pudiera representarlos, más allá de Derecho.
Cristian Serna: Es importante que uno milite en causa propia, no en ningún partido político. En mi estructura de pensamiento tengo ideales claros que hoy difícilmente representa alguna un partido político.
Felipe Castrillón: Efectivamente, en el Polo Democrático.
- ¿Qué opinan del proyecto del Rector que para las sesiones del Consejo Directivo asistan solamente los representantes titulares y no los suplentes?
María Gabriela Montoya: Esa pregunta es picante jajaja. Nosotros, los cuatro, tenemos la representación de alrededor de seis mil estudiantes en ese Consejo Directivo y la idea es que haya una representación amplia, incluso de aquellos que votaron, que no lo hicieron, de los estudiantes de posgrado, de maestría, doctorado, en fin. De aquí surge la importancia de que en cada sesión estemos los cuatro porque si solo entramos los principales solo van a ver “dos Facultades representadas” pero cuando entran los suplentes hay un mayor espectro. Quisiera obviamente que en Consejo existiera representación de los estudiantes de todas las Facultades, de las minorías, incluso de posgrado. Si bien los suplentes solo tienen voz, su opinión es muy importante porque retroalimenta el debate y permite aportar más ideas. Quiero aclarar que todos nosotros estamos en el Consejo representando también a la Universidad, no para estar en contra ella.
Cristian Serna, Felipe Castrillón y María Camila Ricaurte: Todos participamos del mismo criterio.
- Antiguamente, algunos miembros de representantes de estudiantes en el Consejo Directivo llegaron a ser profesores, monitores, algunos tuvieron acceso a becas y gozaron de otros beneficios de la Universidad. ¿Se comprometen a que mientras sean representantes ante este consejo directivo no aceptarán estos u otros ofrecimientos?
María Gabriela Montoya: Los cuatro representantes hemos conseguido las cosas gracias al trabajo y al esfuerzo del día a día. Si bien dos de los miembros ante el Consejo Directivo son monitores, esto no lo consiguieron porque simplemente iban a ser parte de una plataforma política sino por los méritos académicos que demostraron. En ningún momento se han valido de su posición para llegar al Consejo Directivo. Ahora, quiero pensar que todas esas personas que se beneficiaron con ese tipo de cosas lo hicieron por mérito y si no fue así en su conciencia les pesará. Aclaro, actualmente existe un compromiso real y total por parte de nosotros en que no vamos a recibir ningún beneficio si previamente no hemos trabajo por ello.
María Camila Ricaurte: Soy monitora de apoyo académico desde cuarto semestre de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo. Pero quiero reiterar que en caso que me ofrezcan algún tipo de beneficios de los que se mencionan en la pregunta y otros, no estoy dispuesta a aceptarlos.
- ¿Qué han pensado sobre un mecanismo eficaz para que el Consejo Directivo al cual pertenecen rinda debidas cuentas?
María Gabriela Montoya: Por medio de los mecanismos existentes, no nos vamos a saltar ningún conducto regular porque respetamos la estructura y haremos la petición de solicitud de estados financieros y cuentas cuando haya lugar. No nos queremos imaginar otros escenarios donde tengamos que hacer esta solicitud por medio de recursos legales o incluso tener que mediatizar la universidad y el nombre del Externado. También es importante resaltar que no vamos a entrar peleando porque esa no es la forma de trabajar, creando conflictos que no son necesarios, pero la idea es que estos requerimientos se resuelvan por las vías formales y oficiales sin mayores contratiempos.
Felipe Castrillón: Es natural que los representantes rindan cuentas a los representados. En ese sentido, los cuatro después de cada reunión rendiremos informe al Consejo Estudiantil Universitario. Creemos también que los profesores, al igual que nosotros lo hemos hecho con nuestros representados, actuarán de igual manera.
María Camila Ricaurte: Aspiramos a que por lo menos en un periodo de tres meses, máximo cuatro, tengamos un nuevo Consejo con el que podamos empezar a trabajar desde cero, ajeno a este tipo de prácticas. Ahora, este órgano está enfocado en el reglamento.
Cristian Serna: Nos hemos referido al nuevo Consejo, entre otras, porque si este actual ya está de salida, los únicos actos que ha tenido son los que se han hecho para aprobar el reglamento de profesores y la forma cómo estos se van a elegir. De ahí en adelante ya no queda otra cosa más que trabajar con ellos.