• 2024-12-23
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Cesó la horrible noche

Bienvenidos los nuevos tiempos en los que ojalá recobremos la convivencia y el espíritu libre de una Universidad Externado que demostró que no se somete a la intolerancia.

Por: Ramiro Bejarano.
Profesor emérito de la Universidad Externado de Colombia.

Es increíble que el rector Juan Carlos Henao ante el contundente resultado que arrojaron las accidentadas elecciones de profesores al consejo directivo, en vez de haber tenido una posición gallarda y reconciliadora, optó por las felicitaciones en privado a los ganadores y por hacer una ronda de medios para mitigar el “muendazo” que recibió su pésima administración.

Tal parece que Henao y su cohorte no entendieron el mensaje que la comunidad externadista consignó en las urnas, o si lo entendieron prefirieron ignorarlo, como han hecho con todo aquello que les represente voces contrarias a sus pareceres arbitrarios.

Lo que viene ahora es que el consejo directivo renovado tome inmediatamente el control de sus funciones y provoque una primera reunión si es que el rector Henao no lo hace. El derecho de estos miembros a reunirse, por fortuna, no depende de la voluntad omnímoda del rector ni menos de la secretaria general. Ese consejo, que sustituye al desgastado y desprestigiado que permaneció arrodillado 23 años, tiene voz propia y como demostrarlo.

Ramiro Bejarano, profesor emérito de la Universidad Externado de Colombia.

Por los mensajes airados que los partidarios de las agresivas listas oficialistas difundieron en WhatsApp, en cuanto conocieron la derrota merecida que han sufrido, no queda duda de que si hubieran triunfado, no solo el Externado se habría disuelto, sino que los primeros pasos habrían sido en la dirección de una purga y de exclusión de aquellos profesores que se nos clasifica de indeseables por decir lo que pensamos y por no resignarnos a que impere el totalitarismo con el que quisieron aplastarnos. Tales voces altaneras y provocadoras desde la sombra tendrán que apagarse y serenarse, porque no es con infundios o calumnias ni con comunicados denigrantes como el cuerpo profesoral de la Universidad va encontrar de nuevo el rumbo que se extravió y dilapidó en las manos de Juan Carlos Henao, Marta Hinestrosa, Edgar Cortés y Adriana Zapata, entre otros, para solo hacer mención de los poderosos inquilinos del quinto piso.

La jornada electoral no fue del todo transparente, porque curiosamente algunos de los votantes “incómodos” tuvimos innumerables dificultades para poder ejercer el derecho a sufragar, no obstante que se había prometido, luego de un simulacro que no sirvió mucho, que dos gigantes empresas multinacionales manejarían este pequeño proceso electoral sin tropiezos. La verdad es que a TPS y Ernst & Joung les quedó grande la jornada, pues fueron muchas las incomodidades surgidas, que por supuesto se convirtieron en legítimas sospechas y manchas del proceso eleccionario.

De Henao ahora se sabe que hizo su recorrido en varios medios de comunicación para presentar de manera diferente la derrota sufrida y para advertir que nada le había pasado porque él de todas maneras dejará la rectoría en abril del próximo año. Equivocada estrategia. Desperdició la oportunidad de haber hablado cuando tenía que hacerlo, cuando era imperioso dirigirse a una comunidad que expresó una voluntad firme de que las cosas deben cambiar y que está a la expectativa de que se alivien los rencores y las rencillas. No se hizo oír Henao, ni tampoco al momento de escribir estas líneas lo ha hecho. Mal perdedor.

EL RADICAL no fue ganador ni perdedor en unas elecciones en las que ninguno de quienes participamos de este proyecto participó de las listas por decisión propia. Por supuesto no fuimos indiferentes a lo que ocurrió pues seguimos convencidos de que el papel de este esfuerzo periodístico, libre, contestario y firme tiene que seguir siendo el de estar vigilantes de los días que se avecinan para el Externado.

Estamos conscientes de que EL RADICAL puso la primera piedra que permitió construir este edificio remodelado de un Externado combatiente y listo para rescatar lo perdido y avanzar con paso enhiesto en el concierto nacional, como lo había hecho antes de esta tempestad.

Fue curioso sí, que quienes perdieron las elecciones en su desconcierto inicial empezaran a lanzar candidatos a la Rectoría y esta vez sí les resultó atractivo el nombre de la distinguida profesora de todos Emilssen González De Cancino, a quien sin embargo no les importó excluirla como Decana de la Facultad de Derecho para en vez de ella designar a Adriana Zapata, cercanísima amiga del rector, cuya gestión ha sido desastrosa, por decir lo menos. Si la doctora Emilssen hubiese sido designada Decana en su momento, muy seguramente las aguas alborotadas habrían retomado su cauce, pero pudo más el amiguismo y el dedo excluyente y/o benefactor de un rector embebido en sus propias equivocaciones e invencibles vanidades. Por supuesto que la doctora González De Cancino es una candidata inmejorable para todo, pero lo que sorprende es el oportunismo de quienes hoy la pretenden convertir en su tabla salvadora, seguramente esperanzados en que ella repetiría el experimento Henao.

El tema del futuro rector es importante, por supuesto, pero primero hay que convocar un proceso transparente, pluralista y que congregue a los externadistas en torno de la Institución y no en el culto a la personalidad de nadie. Eso es lo trascendente. Lo otro es el canto angustioso de quienes no se resignan a perder la mermelada.

La lección quedó aprendida. Nunca más un consejo directivo que se perpetúe tantos años en sus funciones. Esa experiencia resultó ingrata para la historia del Externado. Ahora acoplan nuevos tiempos en los que ojalá recobremos la convivencia y el espíritu libre de un Externado que demostró que no se somete a la intolerancia.

2 opiniones en “Cesó la horrible noche

  1. Apreciado Ramiro:
    La Doctora Emilssen tiene todas las condiciones y calidades para ser la Rectora del Externado, pero no es la única, como lo pretenden algunos, en esta nueva etapa democrática de la Universidad, quienes aspiren a conducirla en los próximos años, deben expresar claramente su aspiración, para que la comunidad externadista se pronuncie, y de esta forma el Consejo Directivo tenga criterios claros para su elección, y no esperar a ser ungidos, como si se tratara de príncipes herederos.

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