• 2024-12-24
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Es hora de semestralizar la carrera de derecho en el Externado

Por: Néstor Osuna.
Profesor ordinario de la Universidad Externado de Colombia.
Hay que admitirlo: el plan de estudios del pregrado del programa de Derecho del Externado requiere una importante renovación para que los egresados de nuestra querida Facultad mantengan el puesto de vanguardia que tradicionalmente han tenido.
Néstor Osuna, profesor ordinario de la Universidad Externado de Colombia.
Ese plan fue un acierto cuando lo diseñaron los maestros de hace varias generaciones, pero desde entonces el mundo ha cambiado de modo notable, y con él el ejercicio de la abogacía: en aquellos años no había Internet, ni bases electrónicas de datos, tampoco aulas virtuales; menos aún se consideraban la interdisciplinariedad, la flexibilidad de la oferta académica y la movilidad de estudiantes como elementos connaturales a la formación universitaria; además tampoco se planteaba un mundo globalizado en el que los abogados requieren de destrezas en asuntos internacionales, que muchas veces se desenvuelven, por cierto, en idiomas extranjeros. Tenemos entonces que replantearnos los contenidos, los métodos y las estrategias pedagógicas de la formación que se imparte en nuestra Facultad. La semestralización de los estudios es una buena herramienta para ello, porque trae al menos los siguientes cinco beneficios:
  1. Propicia una reflexión sobre el contenido de las asignaturas que conforman el plan de estudios actual, pues la semestralización no puede ser una simple división de las actuales en dos. Tendríamos la oportunidad de definir un núcleo básico, obligatorio, y abrir una oferta amplia para asignaturas especializadas electivas. En ese sentido, la semestralización acarrea el enriquecimiento de la oferta educativa.
  2. Permite ofrecer asignaturas nuevas, que hoy todos echamos de menos, y eliminar repeticiones del plan actual, de las que también todos somos conscientes. Es decir, optimiza el trabajo académico.
  3. Facilita la flexibilidad y la interdisciplinariedad, dado que las demás carreras de la Universidad son todas semestralizadas. Un estudiante de derecho podría tomar asignaturas en Economía o en Ciencias Sociales (por poner solo unos ejemplos). Incluso, la semestralización facilita pensar en la doble titulación.
  4. Mitiga el impacto negativo de los fracasos académicos. Sin duda es menos traumático y costoso repetir una asignatura semestral, o incluso todo un semestre, que una materia anual o un año completo. En ese mismo orden de ideas, la semestralización facilita la suspensión o aplazamiento de materias, lo que permite mayor movilidad.
  5. Compromete a la comunidad académica con una idea cuyo éxito tenemos que garantizar. En ese sentido, remoza el sentido de pertenencia y el protagonismo de los académicos en la Facultad.
No está de más recordar que ya hay algunos avances tímidos en esa dirección, que permiten perderle el miedo a un cambio de mayor envergadura, pues en verdad, aunque hoy en día la programación de la carrera es anual, hay algunas asignaturas semestrales y otras, de duración formalmente anual, pero que se imparten en módulos separados de duración menor a la semestral. Así mismo, dada la experiencia que tiene la Universidad con las otras carreras, no tendrían por qué presentarse obstáculos administrativos para ese cambio. Eso sí, hay que concentrarse en que el diseño semestral no traiga consigo disminución del rigor académico. En ese sentido, habrá que desterrar el prejuicio, condimentado por la inercia de tantos años, de que un semestre es un período un tanto banal.

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